Ayer recordé que hace muchos años, viendo un «Metrópolis», presentaron una compañía de danza que había participado con David Bowie en una gira. Quizá la recuerdes de su videoclip «Fame».
Algo que me soprendió mucho fue su propuesta de que la danza no va necesariamente de la mano de la música, sino que por sí sola constituye una completa creación artística. Recuerdo haberme quedado fascinada por aquellos movimientos tan fuera de lo común, tan hipnóticos, tan al límite de la capacidad de resistencia del cuerpo humano. De hecho, estamos hablando de «danza extrema».
Pues bien, como decía, ayer lo recordé. Me sorprendió haber tardado tanto; hace ya muchos años que internet me hubiese podido reencontrar con esta compañía de la que, curiosamente, nunca volví a saber nada. Louise Lecavalier fue primera bailarina de La la la human steps (1981 – 1999), y musa de su coreógrafo, Edouard Lock. Cuando la vi en el video, recordé perfectamente aquel «Metrópolis». Su cabello y su forma de moverse son inconfundibles. Su famosa pirueta horizontal deja sin aliento.
Se dice de ella que es la bailarina más brillante y trágica de nuestra época, «una bailarina con piernas de fuego».
Esta coreografía, Infante C’est Destroy, le valió a Lock el reconocimiento a nivel mundial como uno de los mejores y más innovadores coreógrafos del momento.
Realmente no tengo palabras para describir el efecto que me produce este vídeo. Pensé que lo mejor que podía hacer era colgarlo aquí y hacer así mi pequeño tributo a La la la human steps y a la increible bailarina Louise Lecavalier.
Disfrútalo.
2 abril, 2008
gracias…desde aquel metrópolis lo buscaba…(sin nombres sin esperanza)
¡que buenas son algunas noches de insomnio y reencuentro…
un bico
17 mayo, 2008
Gracias Absentha por el comentario. Me hace mucha ilusión que este post haya servido para que otra persona recupere aquellas imágenes.
Por cierto, muy lindo blog el tuyo.
Un biquiño.